El hecho ocurrió en la ciudad de Villeta. Gustavo Cabrera (23) en la tarde del 23 de diciembre del 2012 vio a una persona que entró a su casa e intentaba robar. Luego de enfrentarse a esa persona, esta huyó, Cabrera tomó su arma y le disparó.

La fiscala Mirtha Rivas ahora lo imputó y dispuso su detención por considerar que existen elementos que indican que hubo un exceso en la legítima defensa.

“Lo que pasa es que hubo un hurto agravado. Una persona ingresó al domicilio de otra, luego, la persona huyó y el propietario de la casa salió detrás de ella (el asaltante) con un arma de fuego en la mano y le disparó en la vía pública”, relató la fiscala en radio Primero de Marzo. “Si el disparo ocurría en el domicilio, era otra cosa. El asaltante no tenía arma alguna”, sostuvo la fiscala.

Rivas hizo hincapié en que como fiscala no puede permitir la justicia por manos propias, y señaló que en este caso, se debe analizar con cautela el concepto de “proporcionalidad”.

“Hasta ahora yo tengo testigos que dicen que él le siguió, y le disparó, y que fue posterior al robo”, recordó. Esto hace pensar a la fiscala que la vida del asaltado ya no estaba en riesgo en el momento en que disparó al asaltante, quien recibió el disparo en el abdomen.

En efecto, registros de la comuna capitalina, consignan que en 20 años, el no pago de impuestos impidió que ingresen US$ 1.000 millones a la cuenta del municipio, lo que determino el aborto de proyectos de inversiones en obras y servicios.

El concejal Félix Ayala (PLRA) señalo al respecto de la millonaria deudas impagas en concepto de impuestos, que son técnicamente incobrables. Esto porque ya prescribieron los tiempos para que esos compromisos sean honrados.

Las deudas actuales de capitalinos con la municipalidad, totalizan más de US$ 200 millones, que ahora es requerida por la comuna, con la advertencia de que recurrirán a remates de viviendas, en caso de no pago de impuestos.

Los números negativos de las finanzas comunales, empujó a la intendencia de Asunción, a solicitar préstamo a entidades bancarias, con fin de pagar obras y salario de personal.

Además de eso, también anunciaron la puesta en venta de terrenos municipales que se ganaron mediante el refulado (elevación de terreno en la ribera del rio Paraguay).

Otro recurso para sumar ingresos al municipio, es el relacionado al cobro por estacionamiento vehicular, tras el fracasado proyecto Parxin.

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La misma, sin embargo, acciona desde la clandestinidad a través de su abogado, para intentar evitar su prisión.

Tras el rechazo en dos juzgados de su pedido de Habeas corpus preventivo, ahora presento en una tercera repartición judicial. Pero la tendencia apunta que no habría predisposición de que corra su pedido, que busca bloquear su aprehensión.

Además del crimen que se le imputa, alias ña Selva también es acusada de liderar a gavilla de sicarios, que presuntamente presta “servicios” a Felipe Santiago Acosta, alias Macho. Este es buscado por la Policía, por liderar un grupo de narcotraficantes que azotan al departamento de Canindeyu, considerado el criminal más buscado del país.

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El hombre tiene una condena de 25 años de prisión por el asesinato de un colono japones, a quien último para robarle y luego lo enterró en su estancia.

En el caso de Selva Portillo, está se encuentra en la clandestinidad, después de un altercado que mantuvo con Julio Colman, directo de radio Curuguaty, quien la acuso de inscribirle en una lista de personas “que deben morir” y en la que también figura el periodista Elias Cabral. La mujer negó esa acusación, pero en el transcurso de una entrevista al aire que mantuvo con Colman, deslizó una amenaza velada contra este.

El comisario Diosnel Alarcón, jefe policial del departamento de Delitos Informáticos, indico que ese volumen de robos virtuales, revela una alta operatividad de delincuentes que encuentran métodos para realizar los golpes.

La autoridad policial puso énfasis en el hecho de que muchas de las víctimas no tomaron las precauciones necesarias para no caer en trampas tendidas por los estafadores. Hay errores que se puede evitar, pero que por distracción, o imprudencia, permite el robo de datos claves para acceder a cuentas bancarias y de créditos.

Ejemplifico eso con la costumbre de mucha gente, de anotar en sus celulares los códigos y contraseñas , lo que en caso de robo de teléfonos, simplifica en extremo la tarea de los delincuentes.

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“Muchas personas manejan varias contraseñas para diversos accesos, y para no olvidar o no memorizar los, anotan en sus móviles”, dijo Alarcón a la 1080 AM.

Sobre el sonado caso reciente de una mujer a la que robaron su celular, de allí vaciaron su cubeta bancaria y realizaron compras a crédito, Alarcón manifestó que la tardanza en bloquear su móvil, habría sido determinante para que le despojen de más de 70 millones de guaraníes.